“El mercado tradicional ha cogido velocidad de crucero”, tras años de crisis, el sector inmobiliario crece cada vez más fuerte. Esto ha sido contrastado gracias al análisis realizado por Standard & Poor’s, estimando que el valor de la vivienda ha subido en 2017 un 4% alcanzando las 404.000 casas vendidas y con una previsión de un incremento del 4,5% en 2018 respecto al año anterior, siendo así unas 480.000 casa vendidas aproximadamente. Estos datos, comparados con las cifras que se obtuvieron en 2013, suponen un incremento del 68%, reflejándose así, un crecimiento moderado de mejora sostenible.

En España, la vivienda volverá a registrar crecimientos sobre todo en los precios de obra nueva en Madrid y Barcelona en un 10%. Junto a este dato se verá una reducción de la inflación a un 1,3% y del paro hasta situarse en 15,7%, aumentando el PIB en un 2,3% .

Aunque los datos estén mejorando, existe el factor riesgo. En este caso el Brexit, la salida de Reino Unido de la UE supone una desaceleración de la compra de viviendas sin embargo se prevé que se compensará con la mayor participación de otras nacionalidades. En España, las ventas a extranjeros crecieron en 2016 un 13,8%. Los principales compradores son los británicos con un 19% de las ventas, seguidos por los franceses con un 8,05% y los alemanes con un 7,69%.

El mercado inmobiliario europeo también sigue creciendo, como en Alemania en un 6% pero en países vecinos como el Reino Unido y Francia el precio se mantendrá igual o llegará a bajar un 1%.

El sector inmobiliario, tradicionalmente poco filtrable a la innovación, parece haber entrado definitivamente en la era digital. En las décadas anteriores las decisiones se tomaban en base a datos de escasa calidad pero con la entrada de capital extranjero en el mercado nacional, se ha impulsado el desembarco de compañías tecnológicas especializadas en aportar soluciones a estas nuevas necesidades.

En 2018, la tecnología se terminará de implantar por completo en el sector inmobiliario, ofreciendo un sinfín de posibilidades y nuevos modelos de negocio que el sector ya está empezando a aprovechar.

Esta nueva tecnología se llama Proptech, una oportunidad única si se tienen activos inmobiliarios, siendo el usuario y el cliente el centro de todo el proceso inmobiliario.

Gracias al Proptech se podrá revalorizar el activo, mejorar su gestión y entrar dentro del presente-futuro tecnológico del sector.

Si el activo inmobiliario no se encuentra en internet, no estará suficientemente valorizado y dejará de existir en un futuro. A la vez, este no se podrá medir, ni monitorizar y su gestión será menos eficiente.

Usando la tecnología podrás acceder a datos reales, midiendo y analizando datos, estableciendo patrones para la mejora de la eficiencia y eficacia en el futuro de los activos. Con todos estos datos, el agente inmobiliario podrá vender más rápido y mejor el inmueble optimizando sus costes y los clientes sabrán más sobre los que van a comprar.

Con el paso del tiempo, nuevos modelos de negocio seguirán saliendo gracias a la implementación de la tecnología en el sector inmobiliario. Como es el caso de la realidad aumentada, que ya se está implementando, como lo hace ProNestEspaña, empresa Noruega, pionera del Proptech en España. Con ella puedes trabajar sobre la obra, ver como va a quedar amueblada, en tiempo real y de esta manera se sacará mucho más rendimiento a un inmueble.

En definitiva, aplicar las nuevas tecnologías supondrá un beneficio para todos, “Los propietarios del activo ganan dinero explotando esa parte, los que la alquilan consiguen clientes con su negocio y los clientes de ambos tienen más servicios y conocen nuevas empresas. Todos ganan”, así lo explica Josep Miquel Piqué presidente ejecutivo de La Salle Technova Barcelona.

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